Cambios de humor, hipersensibilidad, ganancia de peso, trastornos del sueño, retención de líquido, sudoración excesiva, antojos de azúcar, ansiedad por dulce y harinas, disminución de la líbido, alteraciones menstruales, apatía y cansancio, acné, dolores articulares, son parte de los signos que podés evidenciar al atravesar por un desorden en tu eje endocrino y hormonal. La salud hormonal tiene una estrecha relación con la alimentación, el estilo de vida (estrés, sueño), la salud intestinal, la sobrecarga de toxinas y con deficiencias de micronutrientes (vitaminas y minerales).