– Sobrepeso, hinchazón, hipercolesterolemia, triglicéridos elevados, presión, hígado graso y resistencia a la insulina
– Gastritis, intestino irritable y alteraciones de la microbiota (sibo, reflujo, gases, constipación, candidiasis crónica, disbiosis).
– Alteraciones hormonales: sop, spm, endometriosis, ciclicidad femenina irregular y dolorosa, amenorrea,  hipo e hipertiroidismo, migrañas.
– Fibromialgia, fatiga crónica, artritis, asma, congestión, neblina mental, estrés, ansiedad, cansancio, depresión, irritabilidad, cambios de humor, inestabilidad anímica.
– Alergias, intolerancias, histaminosis, acné, psoriasis, eczemas, rosácea, dermatitis, urticaria.
– Enfermedades inflamatorias y autoinmunes.